Saboreaste mi dolor y disfrutaste mis angustias
Te alejaste decidida en medio de la niebla
No sé si encontraste el sendero
Ni sé si quisiste volver
Dejaste mi vida abatida y como dardo se clavó en mi corazón tu ida.
Volverás, sé que volverás, solamente que no encontrarás ya mi corazón como era entonces.
Las heridas dejan huellas, cicatrices y éstas sangran cuando el sicario regresa para revivir el dolor.
2018
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