El vacío
(cuento breve)
Al borde de la cama, deja caer su cabeza, su cuerpo desnudo se pone de acuerdo con el vacío de la habitación de ese hotel.
No hay ornamentación en ese cuarto, solo un espejo muy pequeño, con manchas de humedad.
Entre la humedad y el frio, el cuerpo se resiste a moverse de esa
posición. Quedando inerte y suspendida en profundos pensamientos, la
soledad cala sus huesos, cansados por el paso de las horas.
Era un arrepentimiento de su sentir, tal vez.
Se tomó la cabeza y sus lágrimas bañaban su rostro , le costaba respirar...
No queria volver a recordar lo sucedido, sin embargo una y otra vez
penetraba en su cuerpo ese cuchillo de imágenes en su mente y como
agujas punzantes en el corazón.
Era el irremediable resultado de sus actos, imposibles de revertir.
Había desdibujado y destrozado su futuro.
Pronto tendría que hacer frente a esta nueva realidad ,sin proyecto.
Con el alma destrozada ,secó sus lágrimas y trató de no sentir pero fue
imposible !
Las imagenes volvían una y otra vez... pero pensó
-superé cosas peores... qué más da, tengo que intentarlo, con toda mi
fuerza.-
Rita sabe que aunque caiga, se levantara una y mil veces.
En su naturaleza esta el ímpetu de no dejarse vencer.
- esto que estoy viviendo tal vez tenga un final..... prefiero recordar los bellos momentos... no sé si vayan a volver-
Dijo, mientras intentaba levantarse para vestirse.
Miró a todo lo lejos que podía, la ventana daba a los carteles
luminosos del edificio de enfrente, y, casi sin ver, decidió que toda
esta angustia era horrible.
Estaba con vida y tenía que tener otra opción, proyectar otro futuro.
Pero cómo podrá tener un futuro mejor si quizá haya cometido el peor
error de su vida, enfrentar, confrontar y afrontar las consecuencias de
sus actos.
Y piensa qué no le queda otra posibilidad , llama a la Policía.
- venga a buscarme , yo lo maté-
Rita, se levantó del borde de la cama, caminó hacia la ventana y miró
fijamente la neblina que oscurecía el vacío que la separaba de la vereda
de enfrente. Pretendió subir a la ventana y se dio cuenta que no tenía
sus tacones puestos.
Regresó a ponérselos y vio sobre la cama, su
cartera, el rouge y su ropa interior, también vio la sangre sobre la
cama y tendido en el suelo quien la había llevado a esa habitación de
hotel.
Burlada una vez más con la quimera del discurso que él le
aplicó. Creyó que el amor verdadero existía, que esta vez funcionaría,
pero otra vez no fue así.
Otra vez había sido engañada, pero su estrategia esta vez tuvo cumplimiento, el puñal cortó la carótida de Daniel.
Su desvanecimiento inmediato, el surtir de la sangre salpicando sobre
toda la habitación hizo de la escena una pintura macabra, espantosa.
Rita como en cámara lenta, se vistió con su arrugada falda de seda morada, su blusa ocre y tomó su cartera.
Dejó como a título de referencia su ropa interior, que por coincidencia era lo único sin sangre en esa escena.
Se acomodó el pelo, corrigió su maquillaje, se acercó a la puerta, un
rayo iluminó el cuarto, un trueno la ensordeció, pero Rita estaba como
en trance.
Abrió la puerta y sin mirar lo que dejaba, salió del hotel.
Sobre la cama quedó su intimidad, limpia de sangre, también dejó el
collar que siempre llevaba para sus citas, un viejo espejito y una lima
para las uñas.
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Tarea encadenada por:
Norma Tempra Marta BANDINI Marta Maglione Roxana Dodd Laura Scucchiero Susy Rebequi Mara Cocco Ema De Lassaletta Carlos Tempra Clenia Marin