Un morral y una vara,
taciturno por la bruma.
Va el poeta itinerante
al hallazgo de una musa.
Las penumbras del otoño
podrán debilitar su pluma ?
Una vara y un morral
y en camino hasta el final.
Dedicado a Marcelo Bazal, un poeta que se perdió en una burbuja densa y brumosa, o quizá se encontró definitivamente con la musa, con su musa y allí fueron uno, su pluma, el amor del que cantó con sus letras y su amada; quien cada vez lo inspirara.
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