Se me hace que a esta hora, 
todos estamos buscando,
una figura que suba, 
con nosotros al altillo, 
allí donde se guardaron, 
los muñecos e ilusiones,
 pensamientos atrevidos 
y el olor de aquel romance. 

Que de nuevo el Ángel bueno, 
que velaba por nosotros, 
sentado al pie de la cama, 
nos traiga , 
la alegría y tal vez el desatino, 
de aquellos años inquietos, 
en que soñamos despiertos.

Con un futuro incierto,
el que ahora estamos viendo.
Que traiga en una bolsita
de tela hecha en el cielo,
esperanza y alegría,
mientras pasan estos días,
 tan extraños y tan largos
y se pasen bien volando.
Para que pronto podamos
reunirnos y abrazarnos,
caminar bellas veredas
y dar unos cuantos pasos,
con compases bien tangueros,
porque eso es lo que nos gusta
sacarle viruta al piso.